NUESTRA HISTORIA
¡Irenilla, deja el caramelo líquido! Si sigues bebiéndotelo, no quedará nada para el flan que estamos haciendo…
Eso le decía su madre a esa pequeña golosa a la que no se le resistía ningún bote de Nocilla ni ninguna tableta de chocolate. Para su hermana Penélope, lo primero siempre fue el postre y, si quedaba hueco, pues ya se pensaba en el primer plato.
CON EL PASO DEL TIEMPO…
Su pasión por la cocina fue aumentando, hasta que decidieron atreverse a probar recetas de repostería.
A las personas que las probaban, les gustaban tanto sus tartas y dulces caseros, como a ellas hacerlos. Esto les animó a fundar La Tarterie, un proyecto donde además de buscar que todo esté súper rico, sea sano, hecho con mucho cariño y con ingredientes naturales.